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Mérida.- Los grupos más vulnerables del municipio de Mérida se convirtieron en el pretexto perfecto para el desvío de fondos públicos por parte del alcalde Renán Barrera Concha, pues para la supuesta adquisición de sillas de ruedas, el edil adjudicó un contrato por más de un millón de pesos a otro de sus empresarios consentidos.

De acuerdo con el contrato número CI-2022-ADQ-SILLAS DE RUEDAS-01-01, celebrado el 27 de julio de 2022, el Ayuntamiento de Mérida, bajo la dirección de Renán Barrera Concha, privilegió con un millón 113 mil 600 pesos a la empresa Comercializadora de Negocios Diversos, S.A. de C.V., representada en el acto por su administrador único Neftalí Gutiérrez González.

El objeto del convenio fue la supuesta “Adquisición de sillas de ruedas”, como parte del programa “Mérida Más Cercana”, el cual, entrega –a través del DIF Municipal– aparatos ortopédicos (con los colores blanquiazules del PAN) a personas con alguna discapacidad que por falta de recursos no pueden adquirirlos por sí mismos.

El procedimiento para la entrega del contrato fue a través de invitación a cuando menos tres personas (CI-2022-ADQ-SILLAS DE RUEDAS-01), y las compañías participantes fueron: Grupo Dipron, S.A. de C.V., RGS Holding, S. de R.L. de C.V., y la ganadora, Comercializadora de Negocios Diversos, S.A. de C.V., propiedad de Jorge Humberto Abreu Sierra.

Curiosamente, ninguna de las otras dos empresas participantes se presentó al acto de fallo, llevado a cabo el 26 de julio de 2022, y en el documento no hay un cuadro comparativo con las propuestas y precios de los tres concursantes; tan solo se limita a justificar el fallo a favor de Comercializadora de Negocios Diversos porque “reúne las mejores condiciones de precio, calidad, financiamiento, oportunidad y eficacia”.

Asimismo, los supuestos bienes adquiridos consistieron en 300 sillas de ruedas, para entregar entre el 27 de julio al 16 de agosto de 2022 en el edificio del DIF municipal, sin embargo, no hay registro documental o fotográfico de la entrega de los aparatos, ni una lista de quienes fueron los beneficiados con el programa.

De igual forma, el contrato a modo estuvo avalado y signado por el alcalde Renán Barrera Concha, el secretario municipal, Alejandro Iván Ruz Castro, y el director de Administración, Aquiles Sánchez Peniche.

¡TAMBIÉN LUMINARIAS!

De acuerdo con el acta de constitución de sociedad, Comercializadora de Negocios Diversos se dedica a vender prácticamente de todo, tal como su mismo nombre lo indica: desde sillas de ruedas, pasando por tapicería, refacciones, equipo de cómputo, automotores, papelería y mobiliario, hasta luminarias.

Como Sol Yucatán ha documentado, la adquisición de luminarias se ha convertido en uno de los negocios más fructíferos de Renán Barrera Concha y sus empresarios de confianza, al grado que hasta a una compañía dedicada a la exterminación de plagas, relacionada con el hermano del oficial mayor del ayuntamiento Mario Alberto Martínez Laviada, le han adjudicado un millonario contrato para la compra de lámparas LED.

En el caso de Comercializadora de Negocios Diversos, la razón social fue privilegiada con 10 millones 38 mil 454 pesos para la adquisición de luminarios LED el 30 de abril de 2021, de acuerdo con la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT).

Según consta en el portal, la empresa de Jorge Humberto Abreu Sierra fue consentida con el contrato número DALB-1-LUMINARIOS-LED-01-01, para la supuesta adquisición de lámparas, aunque las calles de la ciudad luzcan más oscuras que en años anteriores.

En dicha ocasión, el plazo para la entrega de las luminarias fue de apenas 20 días, del 22 de abril al 12 de mayo de 2021, sin embargo, tampoco hay evidencia documental o fotográfica de la entrega de los bienes y mucho menos de su instalación o los lugares donde fueron colocados.

De nueva cuenta, se trató de otro contrato a modo, pues a pesar de ser una licitación pública nacional (DALB-1-LUMINARIOS LED-01), solo concursó Comercializadora de Negocios Diversos.

En el colmo del cinismo, el Ayuntamiento de Mérida justificó la elección hacia dicha empresa porque fue la que reunía las mejores condiciones técnicas y económicas de acuerdo con el área solicitante, por lo que en realidad se trató de una adjudicación directa, disfrazada de licitación pública, una práctica ya común de Barrera Concha.