EDITORIAL: PATALEOS DE LA MAFIA AGRARIA

 

La trama: se hacen avecindados, luego con la información privilegiada que obtienen de los lugares donde se harán grandes obras compran los terrenos a los ejidatarios en unos cuantos pesos que luego alcanzan una millonaria plusvalía.

Entre estos traficantes de tierras se encuentran conocidos empresarios acaudalados, como Juan Manuel Ponce Díaz, José Antonio Loret, Carlos Abraham Mafud, Mario Millet Encalada, Gabriel Millet Peón, David Lago Ancona y Armando Palma Peniche.

¿Cómo saben cuáles tierras comprar los empresarios?, por la información privilegiada que existe en el Plan Estatal de Desarrollo por las obras a realizarse en el Estado, ya que estos ubican la zona y les compran sus terrenos a los ejidatarios en unos cuantos pesos que luego alcanzan una millonaria plusvalía.

También entra el tráfico de influencias de funcionarios, misma que se mantiene intacta, debido a los jugosos negocios que genera en el actual gobierno panista de Mauricio Vila.

Los funcionarios, junto con los empresarios, planean obras en terrenos ejidales que no están en el Plan Estatal, para que compren los terrenos a precios ridículos y luego revenderlos a precios exorbitantes.

Por supuesto, esto no podría ocurrir sin la ayuda de notarios públicos, quienes pierden credibilidad debido a la ambición y la corrupción que los ciega, ya que actúan con dolo en contra de ejidatarios y familias de escasos recursos, al manipular documentos a favor de empresarios.

Aunque se trata de un problema que afecta a todo el país, en el Yucatán es más notable, pues los notarios públicos eran vistos como las personas más honestas.

Tan sólo en los últimos tres años, la mafia agraria – inmobiliaria los ha corrompido de tal manera, que han despojado de sus tierras a numerosos ejidatarios, así como también a familias de escasos recursos, para beneficiar a sus clientes, grandes empresarios que toda costa pretenden apoderarse del patrimonio de terceras personas.

Empresarios en complicidad con notarios que falsifican firmas en favor de lavadores de dinero, así como exfuncionarios, han robado 110 mil hectáreas a ejidatarios de varios municipios del estado, por lo que la Secretaría de Gobernación ya los está investigando.

Seyé es un claro ejemplo, donde los campesinos desenmascararon a los excomisarios José Francisco Burgos Pech y Lorenzo Cauich Miam, ya que en complicidad con fedatarios participaron en la ilegal venta de siete mil 503 hectáreas, sin asamblea ni autorización de los campesinos.

Sin embargo, si se tratara de un partido de futbol, en estos momentos los empresarios, exfuncionarios del Gobierno del Estado, abogados, notarios y excomisarios que conforman un solo equipo del despojo, irían perdiendo por goleada, porque los campesinos han despertado y a pesar de que tienen a la mayoría de los funcionarios en contra, logran mantener en jaque a la mafia agraria, y van por la recuperación de la dignidad maya, en una lucha incansable por sus tierras. Por ello es destacable que varios de los comisariados corruptos que han vendido su dignidad a millonarios y a funcionarios panistas, actualmente se encuentren prófugos o escondidos.

Seyé ha sido punta de lanza de otros ejidos porque, de acuerdo al sondeo de Sol Yucatán, ya otros ejidatarios respondieron al llamado y también denunciarán a los empresarios corruptos que los han despojado de sus tierras a través de despachos jurídicos de Rafael Acosta Solís, Armando Ceballos y muchos más que han sido evidenciados en estas páginas