50 MILLONES LIBRES DE IMPUESTOS, El secretario de Salud, Mauricio Sauri Vivas se sirve con la cuchara grande.
Mérida.-* El secretario de Salud de Yucatán (SSY), Mauricio Sauri Vivas, se convierte en el más corrupto de la historia reciente del Estado, ante los evidentes desvíos de recursos que ha autorizado en tan sólo tres años, así como del favoritismo a determinados empresarios, a quienes les autoriza adjudicaciones directas, disfrazadas de convocatorias públicas.
Tal es el caso de la empresa Dicipa, Sociedad Anónima de Capital Variable, a cual, en 2019 le autorizaron el pago de 50 millones de pesos para la prestación del servicio para realizar pruebas de laboratorio con equipo en comodato en cuatro hospitales y 10 centros de salud de Yucatán.
De acuerdo con el contrato SSY-LP-YUC-RM-12/19, documento en poder del Sol Yucatán, el servicio que se brindó a partir del 1 de enero al 31 de diciembre de 2019 fue para los centros de salud y nosocomios de 10 municipios, y cuya forma de pago fue por transferencia.
El trabajo se efectuó en cuatro hospitales, específicamente, el General – Escuela “Dr Agustín O’Horán”, Materno Infantil de Mérida, General “Sisal” de Valladolid, y el General “San Carlos” de Tizimín.
Asimismo, mediante el contrato abierto se brindó el servicio a 10 centros de salud, tal es el caso de Buctzotz, Mérida, Peto, Progreso, Sotuta, Tekax, Ticul, Tizimín, Umán y Valladolid.
Bajo el pretexto de que fue “mejor propuesta económica”, la SSY autorizó el respectivo contrato, firmado por Sauri Vivas, quien le otorgó 50 millones de pesos, libres de impuestos.
Cabe destacar que Dicipa es una empresa mexicana fundada en 1979, con experiencia en distribuir soluciones y productos para 5 unidades de negocio: Laboratorio Clínico, Banco de Sangre, Imagenología, Cuidado Renal, y Mínima Invasión.
De igual forma, de acuerdo con su página electrónica, cuenta con oficinas en 16 ciudades del país, así como un corporativo en la Ciudad de México, y tres centros de distribución.
Numerosas son las irregularidades cometidas por el corrupto funcionario, en especial, durante 2020, ante el recorte presupuestal registrado por la pandemia de Covid-19.
Sauri Vivas dilapidó cerca de 46 millones de pesos para la adquisición de tarjetas electrónicas que entregó a los trabajadores del ramo para administrar el gasto de combustible, en diciembre de 2020.
Aunque la dependencia pretendió transparentar esta anomalía, no se detalló sobre el número de personas beneficiadas, a las cuales se les entregó el respectivo monedero electrónico.
Simplemente se especificó, el gobierno del Estado derrochó 46 millones 275 mil 274 pesos, dinero que se entregó a la empresa Servicios Broxel, Sociedad Anónima Promotora de Inversión (S.A.P.I.) de Capital Variable (C.V.).
Aunque la empresa dio una bonificación del uno por ciento, con un ahorro de 462 mil 752.74 pesos, se desconoce el paradero del recurso.
El 18 de noviembre de 2020, en el aula de la subdirección de recursos materiales de la SSY, se dio a conocer el fallo de la licitación pública nacional presencial LA-931007985-E29-2020 relativa a la adquisición de las respectivas micas, para apoyar a los trabajadores de la dependencia.
De acuerdo con el fallo, no se agració a las empresas de Edenred México, S.A. de C.V., así como a Toka Internacional, S.A.P.I. de C.V.
Con base a la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público, se favoreció a Servicios Broxel, presuntamente por presentar la propuesta más baja, de acuerdo con el análisis del cuadro comparativo de precios.
“El licitante presentó la propuesta que reunió las mejores condiciones disponibles en cuanto a legales, técnicas y económicas, así como el precio, calidad y oportunidad más conveniente para los intereses de la SSY, y que cumplió con todos los requisitos que se establecieron en convocatoria de la licitación”, se estableció en el documento.
Asimismo, establece que el incumplimiento al respectivo requisito, dará motivo a la aplicación de las sanciones contenidas en la convocatoria de esta licitación y en la propia ley de adquisiciones, arrendamientos y servicios del sector público.
La firma del respectivo contrato se realizó al día siguiente, en el cual, el licitante ganador entregó las tarjetas electrónicas el 4 de diciembre de 2020, las cuales fueron distribuidos a los médicos de la SSY.
Es decir, todo estaba planeado, por lo que fue uno de los más descarados actos de corrupción del funcionario.
Desde hace tres años, Sauri Vivas ha mostrado desinterés político por la salud de los yucatecos, situación que se complicó aún más ante la pandemia de Covid-19.
Por ende, numerosos programas estatales han dejado de funcionar, se ha cancelado los recursos de los mismos, como parte de “la austeridad” gubernamental, cuando en realidad es que no hay recursos, ya que estos fueron utilizados para financiar la campaña de los candidatos del Partido Acción Nacional (PAN).
Tan sólo el Hospital General – Escuela “Dr Agustín O’Horán”, sigue en deplorables condiciones, mientras que los usuarios del Hospital Psiquiátrico “Yucatán” viven en condiciones deplorables.
Numerosas son las anomalías que prevalecen en la dependencia, y hasta el momento se ha negado a dar una pronta respuesta, irregularidades que prevalecen en las clínicas y hospitales del Estado.
Tal es el caso de despidos injustificados, sobornos, venta de plazas, nepotismo, influyentismo, amiguismo, además de corrupción, entre otras anomalías que solapa el funcionario estatal.
Pero sobre todo, la falta de interés político de Sauri Vivas para la pronta solución a los problemas que prevalecen, pues a dos años de estar al frente de la SSY aún no resuelve el caso de la Cámara Hiperbática Multiplaza, la precaria calidad de la atención que se brinda en el Hospital General – Escuela “Dr Agustín O’Horán”, las Villas de Transición del Modelo Miguel Hidalgo de Salud Mental, y las carencias que a diario sufren los usuarios del Hospital Psiquiátrico “Yucatán”, etc.
CÁMARA HIPERBÁRICA
Sauri Vivas se niega a hablar sobre el tema cuando se le pregunta, e incluso, se hace al desentendido cuando se le cuestiona sobre el resolutivo para el uso de la cámara hiperbárica multiuso, a pesar que primeramente se comprometió a dar una respuesta a mediados de 2019 y luego lo pospuso para principios de 2020.
El equipo, en el cual se puede atender a 20 pacientes al mismo tiempo, sigue sin funcionar en dicho nosocomio, desde hace poco más de una década, incluso, hasta el momento no está instalada, ya que la obra quedó inconclusa.
En mayo de 2019, el funcionario afirmó que “se analiza el proyecto original para ver si es viable actualmente”, y con base a los resultados se determinará si se pondrá en funcionamiento, o bien, la forma de utilizar el inmueble sin dicho equipo.
Expresó que “se hace el análisis del uso de todo el edificio”, ya que la cámara hiperbárica multiplaza está considerada como “obra negra”, y se ve la forma de optimizar la infraestructura y el equipo con que se cuenta.
La Cámara fue adquirida durante la administración de Ivonne Ortega Pacheco, y quedó abandonada en el interior del nosocomio. Zapata Bello se deslindó de la problemática, a pesar de la importancia del equipo, y Vila Dosal sigue el mismo camino.
La cámara hiperbárica multiplaza fue adquirida en 2009 y era la quinta de su tipo en el Continente Americano, pues tan sólo en la administración de Rolando Zapata Bello, se informó que su costo sería de 80 millones de pesos.
Hace poco más de una década, el grupo financiero Banorte donó 11 millones de pesos para la adquisición de este equipo, con el cual se evitará la amputación de órganos, principalmente de pacientes diabéticos, lo que también redundará en evitar afectaciones a la autoestima del enfermo, en costos por servicio de hospitalización, curación e intervenciones quirúrgicas.
La cámara hiperbárica multiplaza mide unos 17 metros de largo por 10 de ancho y cuenta con sillones tipo “reposet”, donde se les da el tratamiento al mismo tiempo, pero de acuerdo a sus necesidades.
En 2009 se convirtió en una de las obras inconclusas de la administración de Ortega Pacheco, la cual fue heredada a Zapata Bello, quien por medio del compromiso número 96 aseguró que lograría la construcción del edificio e instalación de la Cámara Hiperbárica Multiplaza.
Debido a lo complicado y oneroso del proyecto, modificó el compromiso, para enfocarse a “Realizar el proyecto para que el edificio que alberga la Cámara Hiperbárica tenga una nueva vocación de acuerdo con las necesidades actuales del Hospital O’Horán, privilegiando el incremento de camas en la Unidad de Choque y Trauma”, pero de todos modos, nunca se concretó.
Sauri Vivas destacó la importancia del equipo y se comprometió a darle una utilidad, pero hasta el momento se niega cumplir con su obra, y la Cámara se mantiene como una obra fantasma.
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