#DenunciaCiudadana LA PREFENCIA SEXUAL ES PRETEXTO PARÁ EL ¿TRÁFICO DE NIÑOS EN EL HOSPITAL O´HORÁN?, PERSONAL DE DICHO HOSPITAL SALIERON HOMOFOBICOS.
Por Claudia V. Arriaga Durán.
Mérida, Yucatán, 17 de noviembre.-Julissa Chuc Haas tiene un hijo de seis años de edad y hace 15 días dio a luz a su segunda hija, una bebé en el Hospital General A gustín O’Horán. En el lugar, la entrevistó una trabajadora social y cuestionó su sexualidad. Le señaló que una mujer con preferencias sexuales diferentes -lesbiana- no es un buen ejemplo para los menores. Su hija recién nacida fue enviada al Centro De Atención Integral Al Menor En Desamparo (Caimede).
Julissa inició con los trámites que le indicaron para recuperar a la menor. Reunió la documentación que le solicitaron y acudió a la Procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Yucatán (PRODENNAY).
Además, le pidieron que lleve a su hijo de seis años, que lo entrevistarían para descartar que era víctima de violencia. Posteriormente, le entregarían un documento con el que podía ir por su hija recién nacida al Caimede. La sorpresa es que no sólo no ocurrió esto, sino que su hijo de seis años también le fue arrebatado.
“Me dijeron que venga a la PRODENNAY, que trajera a mi hijo de seis años y según lo evaluaran, que si está bien comido, vestido y no tenía golpes me darían la firma que necesitaba para sacar a mi hija del hospital, pues no me lo dan y retienen a mi hijo. Él venía con la ilusión de sacar a su hermanita e irnos a casa”, relató Julissa.
Cabe mencionar que su hijo de seis años de edad no estaba registrado, es decir, no tiene acta de nacimiento. Julissa es una mujer que hace trabajos de albañilería, chapea y limpia casas para poder mantener al menor. Por un tema de recursos no pudo hacer el trámite ante el Registro Civil.
Discriminación por su orientación sexual y criminalización de la pobreza
La abogada y defensora de derechos humanos, Daryana Quintal declaró que el caso de Julissa no solo es discriminación por su orientación sexual, también es la criminalización de la pobreza y violación a todos los derechos de la infancia.
Enfatizó que no era necesario separar al menor y su hermanita de su madre, ya que podrían apercibirla o canalizarla a la Secretaría de las Mujeres (Semujeres) para recibir apoyo.
“Un abogado de PRODENNAY le dijo que no pueden entregarle a sus niños porque tienen que esperar que haya fecha en el Registro Civil. Hay muchas mamás que como Yulissa no registran a sus hijos por una cuestión económica, en este caso podían apercibirla a que haga el trámite porque también es una negligencia de las autoridades”, explicó Daryana.
“Pudieron canalizarla a Semujeres que está enfrente para que se les brinde el apoyo porque es una cuestión de recursos económicos. No tenía por qué quitarle a sus dos niños y con engaños citarla. ¿Ahora también le quitarán sus hijos e hijas a las personas con preferencias sexuales diferentes?” cuestionó la licenciada en derecho.
Con apenas 15 días de parir, Julissa tuvo que trabajar cargando piedras y haciendo chapeo para poder juntar el dinero y tramitar su acta de nacimiento, la carta de antecedentes no penales y demás documentos que le solicitaron.
Julissa no tiene familia, pero no está sola, tiene a sus amigas
Aunque no tiene familia en Yucatán, Julissa no está sola. “¡No estás sola! ¡Nosotras somos tu familia!”, repetían sus ocho vecinas que la acompañaron a la PRODENNAY.
Todas manifestaron que les consta lo mucho que se esfuerza por salir adelante y cuidar de su hijo.
“Tiene seis años sacando adelante al niño, no lo maltrata y lo lleva a todos lados. Imagínense lo que está sufriendo el niño sin ella y con la ilusión de ver a su hermanita, pero ella no está sola y nosotras vamos a ayudarla”, dijo otra de las amigas de Julissa
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